Leonardo Bastida Aguilar
Ciudad de México a 12 de septiembre de 2017
Se han realizado numerosos esfuerzos en aras de reducir los índices de inequidad y desigualdad de género, pero aún estamos lejos de lograr igualdad sustantiva, es decir, en la vida real, aseguró Ana Güezmes, representante de la Entidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, quien resalto que se han producido muchas leyes en la materia, pero se requiere un cambio cultural durante su participación en el Primer Encuentro Regional para la sensibilización a Medios de Comunicación “Comunicar para la igualdad: Los medios como constructores de una cultura de la paz”.
Con respecto a dicho cambio cultural, Güezmes refirió que más bien es civilizatorio “y es el más importante que se pueda tener en esta década y se necesita que los medios de comunicación sean aliados al respecto”.
Sin embargo, indicó que existen varios retos en la materia, pues existe poca representatividad de las mujeres en los medios de comunicación, ya que 75 por ciento están dirigidos por hombres; sólo 24 por ciento de los contenidos informativos están escritos o realizados por mujeres; no se respetan las condiciones laborales de las mujeres, presentándose incluso segregación laboral, y un incremento en la violencia hacia las mujeres periodistas.
La especialista afirmó que comunicar para la igualdad es un “buen negocio” para los medios de comunicación si es que quieren ser competitivos, generar contenidos y ser parte de la discusión pública. Reflejo del malestar social con los contenidos mediáticos es que en países como Estados Unidos alrededor de 84 por ciento de las mujeres afirmaron detestar la publicidad disponible en los medios de comunicación, indicó.
Realidad latinoamericana
En el evento celebrado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, Carmen Montero, secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, mencionó que no es fortuito que los índices de violencia en contra de las periodistas vayan en aumento, pues en América Latina están localizados 14 de los 20 países con mayores índices de asesinatos contra las mujeres.
De igual manera, recordó que en los últimos meses, en los medios de comunicación se han replicado un sinfín de críticas en contra de la búsqueda de la igualdad de las mujeres cuando su deber social debería ser contribuir a eliminar la violencia en todos sus tipos y modalidades.
Por esa razón, exhortó a dar vigencia a la Declaración de Pachuca, promulgada en 2014, en el marco del Foro Hemisférico Belém do Pará +20 “La Convención de Belém do Pará y la prevención de la violencia contra las mujeres, celebrado en la ciudad hidalguense, a fin de, entre otras cosas, “reconocer la importante función que pueden desempeñar los medios de comunicación en la eliminación de los estereotipos de género, y en la medida permitida por la libertad de expresión, aumentar la participación y el acceso de las mujeres a toda clase de medios, y alentar a los medios de comunicación a que incrementen el conocimiento del público”.
Dicha Declaración, resalta, entre otras cosas, impulsar la eliminación de estereotipos de género y las imágenes y mensajes sexistas y discriminatorios en los medios de comunicación – tanto en contenidos como en publicidad; promover la autorregulación de medios, respetando tanto la libertad de expresión – incluyendo el derecho a la información y la comunicación de las niñas y las mujeres – como el derecho a la no discriminación; promover la formación en género con un enfoque multicultural en las currículas de todos los niveles de periodismo, publicidad y comunicación; facilitar recursos suficientes para la implementación de programas, campañas, y acciones encaminadas a prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas en los medios; y la evaluación de impacto de las mismas, y trabajar con la sociedad civil en la tarea de evaluar el cumplimiento de la Convención de Belém do Para en relación a medios de comunicación, así como en la aplicación de sanciones a la publicidad y la cobertura mediática sexista.
Representación
Por su parte, Pamela Rodríguez, investigadora del IIJ UNAM, explicó que la representación de las mujeres en los medios aun es como audiencia pasiva o como objetos, pocas veces como interlocutores o con nuevas propuestas, “sólo como consumidora y gastadora del salario del marido lleva a casa. Pocas veces es considerada como alguien digno con algo que decir”.
La especialista en transparencia y rendición de cuentas, refirió que los papeles asignados a las mujeres, tradicionalmente eran un apoyo secundario a los protagonistas masculinos, por lo que ha representado un problema tener papeles mas destacados.
A fin de contrarrestar la situación, en la que los contenidos mediáticos aún no se suman a la reducción de esta desigualdad, la académica exhortó a dejar de ser espectadores y convertirse en una audiencia involucrada en la retroalimentación a los medios sobre los contenidos que están transmitiendo.
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